El martes 11 de Mayo de 2021, tuvimos el placer de recibir al escritor y periodista Carlos Caposio, en un "Encuentro Literario" que fue transmitido a través de Instagram Live, con algunos inconvenientes técnicos que sin embargo no nos impidieron disfrutar de las lecturas que Carlos tenia preparadas para el encuentro.
Los cuentos y poemas de Carlos Caposio han sido publicados en numerosas revistas de Argentina y Latinoamérica. Su primera publicación literaria Cajita de Cartón: cuentos, poemas y fotografías, llegó a su tercera edición en el año 2015, de la cual les compartimos el cuento “Cajita de Cartón” y el poema “Cosas dormidas”:
Cajita de Cartón
En un rompecabezas las piezas nunca van donde quiere quien lo arma, ellas tienen su lugar, un único espacio dentro de la historia, y las fichas, están destinadas a formar las imágenes que quiere el creador del juego.
Sin embargo, hay sueños que resucitan la libertad. Ella sólo fue hecha para transportar productos de limpieza, tiene un tamaño igual al resto de sus hermanas, letras rojas y un bonito dibujo. Es vaciada en el mercado y queda sola. Ya sin alma, descansa en el lecho de un palo de luz. Tenía un único fin pero ahora llenan su cuerpo con papeles, boletos, bolsas, colillas, tapitas de gaseosas y yuyos. Se despierta cuando siente en su lomo la felicidad de un niño que la patea y desparrama todo su interior. Una mujer que se muda la llena de Roa Bastos, Cortázar, Saramago y Rulfo y luego la abandona en un árbol que escupe savia.
La lluvia la deja al borde de la muerte pero las heridas cicatrizan con el sol. Su cuerpo no es el mismo, es áspero, rugoso y las letras no se ven. Hospeda dos bolsas de basura sin importarle el olor, pero cuando se encariña, aparece un camión, una mano la penetra y arrancan su nueva alma dejándola sola, luego de unos chiflidos. Deja de ser caja cuando destruyen sus extremidades, la apilan con otras hermanas amorfas y es el asiento de un niño que viaja en carrito. Ya como cartón, corre carreras en carros y, viaja en tren con gente descalza que habla de hambre, cosa que no entiende, por su pasado de cajita de cartón. Se siente libre, relajada y sin estructuras; dispuesta al destino. Entonces, el cartón es vendido y se transforma en plata; la plata en pan; el pan en sándwich; el sándwich en comida; y la comida, en sonrisa de un niño. ¿Pero qué pasó con nuestra cajita o más precisamente con nuestro pedazo de cartón ¿A dónde va cuando muere ¿Vuelve a la tierra.
Lo prensaron, lo hicieron pasta, lo estiraron y le dieron una nueva forma. Si las cajas reflexionaran, quizás soñaría con que su nuevo cuerpo pueda guardar cartas de amor, o encerrar bombones de un amante, o alojar fotos de las que hacen llorar. Pero tal vez ella tenga un sólo fin, y este destinada, únicamente, a transportar productos de limpieza. Aunque dicen que la esperanza del cartón aumentó desde que un rumor se filtró entre las cajas. Al parecer habría una nueva vida y una simple cajita de cartón sería eterna. En una de sus metamorfosis, podría adquirir la forma de pieza de rompecabezas para crear imágenes con su cuerpo. Así armaría paisajes, rostros, barcos, cielo, fuego y mar. Luego sería pegada a una madera, tapada con un vidrio, enmarcada y así viviría para siempre en un cuadro. Pero esto, es un poco más de la incertidumbre de la vida de las cosas. Porque el cuadro, después de muchas generaciones puede ser leña y ceniza, se puede mezclar con el viento y volar hasta algún ojo, ser lágrima de despedida, dormir en un pañuelo de estación que cae por la ventana, y ser un recuerdo archivado, en una simple, cajita de cartón. Porque en un rompecabezas las piezas nunca van donde quiere el que lo arma, ellas tienen su lugar, un único espacio dentro de la historia y las fichas están destinadas a formar las imágenes que quiere el creador del juego. Sin embargo, hay sueños que resucitan la libertad.
Cosas dormidas
No sé si despierten las cosas dormidas. Una mesa que tiemble si cargan su lomo. Un poste de luz, con miedo a tropezar. Y los caminos esquivando los autos. Y las cucharas flotando en la sopa. Que tal el obelisco con vértigo, los almanaques con amnesia, libros tartamudos, y molinos de viento girando y girando en cuartos cerrados. Quizás despierten las cosas dormidas y una piedra se estire para tirar una gomera. Y los alambrados de los campos como redes gigantes, pesquen ovejas. Que hay si las guitarras tienen vergüenza. Si las palabras se agarran de los labios para no salir. Que tal si los juguetes dejan de jugar a la escondida con los niños descalzos. Qué pasa si las balas tienen pánico. Y las banderas, en un globo gigante, se llevan volando todos los imperios. Pero no sé. No sé si despierten las cosas dormidas.
En el 2018 Caposio publica su segundo libro La Poesía Copó las Calles, con Ediciones Fusión de los Géneros, libro que fue presentado en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, junto al documental Palabras de Buenos Aires, también de su autoría, y sobre el cual el poeta argentino Jorge Rivelli, expresa en su texto Introductorio:
"Y Carlos llegó (o siempre está llegando) con su Cajita de Cartón en el morral y el sentido, con el Malacara Estepario en la imagen y el viento. Multifacético poeta en los múltiples matices del arte, con el ojo quebrando la luz, soñando los nuevos senderos, construyendo la difícil realidad de que todo es poesía" ... y cierra diciendo "Ahí va Carlos Caposio entre los huesos y la convicción irrefutable. Entonces digo y repito: La poesía copó las calles porque el peregrino la sacó a pasear.
Igualmente les compartimos del mismo libro, un texto del Capítulo uno, segunda parte:
La poesía copó las calles
Dejó las bibliotecas, los libros y los autores que le dieron vida.
Se fue de los colegios y las casas. No es más encerrada en las mochilas. Escapó de eruditos y catedráticos. Huyó de los escenarios y la noche. Ya no muere más en servilletas, sumergidas, en charcos de cerveza tibia. Letra a letra, como aserrín, dejó las talladuras de los bancos de plaza y voló, de las cicatrices de los árboles. Renunció a las cartas de amor a las confesiones de amor y a las declaraciones de amor. Llegó a los comedores de los barrios, donde andaba marginada. Ahora transpira, marcha en lucha. Finalmente, la poesía copó las calles porque entendió que eso, también es amor.
Caposio trabaja desde hace catorce años en el barrio La Cava, en Beccar, Argentina, dando talleres literarios de cine y fotografía para adolescentes en situaciones de vulnerabilidad social; actualmente está en el Programa de Responsabilidad Social Compartida Envión de la Provincia de Buenos Aires, en dicho barrio.
Está terminando su tercer libro de poemas, el cual en su momento estaremos felices de presentarles en Arcadia Centro de Artes.
Finalmente, y gracias al maravilloso gesto de Carlos, dejamos a la disposición de nuestros lectores su libro La Poesía Copó las Calles, el cual pueden descargar de forma gratuita… Gracias Carlos Caposio, agradecemos el gesto y el que hayas aceptado nuestra invitación para el "Encuentro Literario".
*Prohibida la comercialización de dicho material. EL AUTOR
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